El mundo de la logística es sinónimo de dinamismo. Sin embargo, para adaptarse a los cambios es imprescindible tener una comprensión completa de cómo funciona el sector. Para ello, es esencial contar con el apoyo de la formación.
Sin logística, el ecosistema económico, tal y como lo conocemos, se detendría. Ya vivimos un simulacro de ello, a muy pequeña escala, en 2020, cuando el coronavirus retrasó envíos y detuvo la producción en parte del mundo. En ese momento, las personas con experiencia en logística avanzada tuvieron que intensificar sus labores y buscar nuevas formas de hacer las cosas. La logística es fundamental para una economía mundial sana, incluso cuando el mundo no está en crisis. Así lo reflejan las últimas cifras, que estiman que su valor ya ha alcanzado los 8.600 millones de dólares, moviendo cientos de miles de millones de dólares en mercancías cada año.
Ahora, a medida que las nuevas tecnologías evolucionan y cambian lo que implica el trabajo de logística, es más importante que nunca desarrollar el conjunto de habilidades fundamentales que sustentan su funcionamiento.
Las empresas dependen de los profesionales de la logística para que la producción y la entrega sigan avanzando. En este sentido, estudiar la logística y la manera en la que funcionan las operativas es el primer paso para satisfacer las necesidades comerciales críticas y construir la base para una cadena de suministro a prueba de futuro.
El resultado final de una empresa depende del control de costes y del crecimiento de los ingresos. La logística contribuye a ambos ya que, tal y como indica la patronal logística UNO, los costes logísticos en España suponen, de media, un 6,5% del precio final de un producto. Así, cuando se comprenden los entresijos de la logística, se pueden encontrar oportunidades de reducción de costes a lo largo de la cadena de suministro y, lo que es más importante, maneras más rápidas de operar sin sacrificar la calidad. Operativas más eficientes y confiables aumentan la satisfacción del cliente, lo que mejora la reputación de la empresa y crea una ventaja competitiva.
Los profesionales de la logística de hoy tienen acceso a un conjunto creciente de recursos tecnológicos que hacen que la planificación sea más fácil, simple y efectiva. Por ejemplo:
Al estudiar logística, puede familiarizarse con estas tecnologías y volverse más competitivo en el mercado laboral en todas las industrias y oficios.
La pandemia no ha sido la primera interrupción que ha sacudido a la cadena de suministro y, como apuntan consultoras como McKinsey, tampoco será la última. Cuestiones como las tensiones comerciales, los delitos cibernéticos y los desastres naturales siempre serán amenazas e impulsores del cambio. Frente a ello, la formación permite saber cómo responder y crear estrategias proactivas que minimicen los impactos negativos.
Más allá de los objetivos planteados anteriormente, existen motivos adicionales para capacitar bien a las plantillas logísticas. Concretamente, 4 sostienen la necesidad de esta inversión.
En general, la cadena de suministro afecta todos los aspectos de las operaciones de una empresa. Por ello, cuanto más se aprenda sobre cómo se mueven los materiales y las mercancías entre los centros de producción, más se podrá hacer para optimizar las operaciones de una empresa.
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