Las 3 formas de consumo tecnológico que transforman la logística

En la última década, la tecnología ha transformado significativamente la ley de oferta-demanda y ha tenido un impacto directo en la logística. Las nuevas formas de consumo, como el comercio electrónico, los servicios de streaming y los pagos digitales, han cambiado las expectativas de los consumidores y han generado nuevos desafíos para la logística.

Sólo en España, tal y como recoge el estudio publicado por el Observatorio Cetelem, el gasto medio de las personas en compras por internet aumentó un 35% en 2022, alcanzando los 3.155 euros anuales y consolidando la tendencia que ya registraba en años anteriores.

Ahora bien, aunque el eCommerce se ha transformado en el principal pilar del nuevo paradigma de consumo, lo cierto es que la llegada de las nuevas tecnologías al día a día de millones de personas ha impulsado otras formas de consumo que, directa e indirectamente, revolucionan la logística.

Sin embargo, antes de abordarlas, conviene hacer un breve repaso de las implicaciones industriales del que está llamado a ser la principal forma de consumo en las próximas décadas.

Una forma de consumo, cinco cambios esenciales

El comercio electrónico ha impulsado la necesidad de una logística eficiente y rápida para entregar los productos a los consumidores en el menor tiempo posible. Los clientes esperan recibir sus compras en un plazo de dos o tres días, lo que ha generado una mayor demanda en la cadena de suministro, desde la preparación del pedido hasta la entrega final.

Además, el ecommerce ha generado una mayor complejidad en la gestión de inventarios, ya que las empresas deben mantener un nivel adecuado de stock en múltiples ubicaciones, y asegurarse de que los productos estén disponibles en el momento necesario para cumplir con los plazos de entrega.

En suma, esta forma de consumo ha venido acompañada de cambios en el:

• Las empresas de comercio electrónico suelen mantener inventarios en múltiples centros de distribución para garantizar una entrega rápida y eficiente.
• Los paquetes deben ser lo suficientemente resistentes para proteger los productos durante el transporte y lo suficientemente pequeños para minimizar los costes de envío.
• Las compañías deben asegurarse de elegir el método adecuado para cada tipo de producto y ruta, ya que esto puede afectar significativamente al coste y el tiempo de entrega.
• Entrega: El ecommerce ha impulsado la necesidad de una entrega rápida y confiable. Esto, a su vez, ha venido acompañado de nuevas formas de entrega, como el reparto a través de drones y robots.
• Seguimiento: Las empresas de comercio electrónico deben proporcionar información precisa sobre el estado de los envíos a los clientes, exigencia que se traslada a la logística.

El impacto de los servicios de streaming

Aunque al pensar en la revolución de las formas de consumo desde la perspectiva logística lo primero que se nos viene a la mente es el comercio electrónico, en los últimos años hemos sido testigos de otros cambios que, si bien secundarios para la industria, han surtido efecto en ella. Aquí encontramos, por ejemplo, los servicios de streaming.

El arquetipo de la forma de distribución más rápida y eficiente de contenido ha demostrado cómo, en muy poco tiempo, puede cambiar la forma en que los productos son distribuidos y entregados. Si bien su huella se centra en la industria del entretenimiento y los medios de comunicación, este cambio ha venido acompañado de dos lecciones que también está aprendiendo la logística: una nueva forma de almacenar, una nueva forma de ver.

En este sentido, la digitalización de la cadena de suministro, y la implementación de sistemas cada vez más avanzados en los almacenes, ha puesto en valor la capacidad de las tecnologías de brindar cada vez más información – servidores – de múltiples formas y en tantos formatos como el consumidor requiera.

Es decir, ya no solo vale con tener el dato, también es fundamental que la forma en la que este se muestra se adapte lo mejor posible a las necesidades y demandas del cliente.

Los servicios de streaming, por otro lado, han cambiado la forma en que los productos son distribuidos y entregados. En lugar de entregar productos físicos, como películas o música en CD, los servicios de streaming entregan contenido digital a través de internet. Esto ha reducido la necesidad de almacenamiento y transporte de productos físicos, y ha generado nuevas oportunidades para la distribución de contenido digital.

El impacto de los pagos digitales

La tercera forma de consumo que ha dejado marca en el sector logístico son los pagos digitales. Acostumbrados cada vez más a entornos digitales, la forma en la que se procesan y gestionan los pagos también ha cambiado.

Los pagos digitales permiten a los consumidores realizar cada vez más transacciones en línea. El papel y el plástico de los billetes y las tarjetas están dejando paso a entornos virtuales en los que, lo analógico, se ve reducido al mínimo indispensable.

De igual manera sucede con la cadena de suministro. En el particular caso de la gestión de almacenes, cada vez son más las empresas que se suman a la ola ‘paperless’, digitalizando al máximo los procesos internos para que toda la información relevante se encuentre en un mismo espacio, permitiendo que la operativa del almacén se centre en su core, la gestión de mercancías.

En conclusión, las nuevas formas de consumo han tenido un impacto significativo en la logística, generando una mayor demanda en la cadena de suministro, aumentando la complejidad de la gestión de inventarios y cambiando la forma en que los productos son distribuidos y entregados. Las empresas deben adaptarse a estas nuevas formas de consumo para asegurarse de que puedan cumplir con las expectativas de los consumidores y mantener una logística eficiente y rentable.