Los sistemas de gestión de almacenes (SGA) brindan una gran variedad de beneficios y optimizaciones para cualquier nave. Sin embargo, su impacto no se reduce a este espacio, pudiendo extrapolar estas ventajas a misiones de mayor envergadura, como la externalización logística.
Elegir un software SGA es una de las decisiones más importantes a las que se enfrentan los directores de operaciones. Estas herramientas de gestión de almacenes son imprescindibles para optimizar y simplificar todos los procesos que se desarrollan en el centro logístico.
De hecho, sus múltiples ventajas están permitiendo a miles de empresas hacer frente a los desafíos que suponen las operativas, cada día más limitadas por márgenes económicos y temporales más estrechos.
El auge de su implantación, sin embargo, no es casual. En los últimos años, más marcas han confiado en esta solución para expandir sus operativas fuera de las fronteras nacionales.
En 2021, el sector de la logística en España movió alrededor de 725 millones de envíos, un 6% más que en 2020. Esta cifra histórica, no obstante, ha dejado claro cuáles son los retos a afrontar en el plano nacional e internacional.
Si antes la gestión de la cadena de suministro tenía como objetivo, básicamente, reducir costes, ahora su mayor valor está en garantizar la satisfacción de la demanda.
No obstante, la velocidad de reacción en la entrega se ha trufado con la escasez de suministros, los problemas en el comercio marítimo, la escasez de conductores y el aumento del precio de la energía y los combustibles.
En este sentido, la tecnología se posiciona como el aliado perfecto para abordar la nueva realidad sectorial y superar los obstáculos inherentes a la expansión internacional.
Una cadena de suministro internacional es, por naturaleza, compleja. Desafortunadamente, también suele ser costosa.
Esto empuja cada vez a más compañías a buscar nuevos aliados que ayuden a controlar los gastos y agilizar el movimiento de mercancías, tareas en las que los SGA pueden funcionar como el punto de partida inteligente a adoptar.
Una logística global debe ser capaz de administrar las áreas que atienden los transportistas, así como estimar los costes y plazos. Esto resulta increíblemente difícil cuando se trata de un proceso manual, incluso si funciona sin problemas.
Cuando ocurre una interrupción, ese proceso puede llegar, en los casos más extremos, a detenerse.
La aplicación de un SGA puede aliviar significativamente estas preocupaciones, especialmente si existen múltiples proveedores o productos y componentes de temporada. Un SGA puede llegar a integrarse con los socios para automatizar procesos y hacer que lleguen los suministros necesarios, se reciban avisos sobre retrasos y mucho más.
La logística internacional es la encargada de hacer que los bienes recorran grandes distancias antes de que el producto final se complete y entregue al cliente. Por ello, es habitual que se produzcan cambios en los seguros en casi todos los traspasos a lo largo del camino.
Resulta necesario hacer un seguimiento del riesgo que todo ello supone, gestionando la documentación para garantizar que la supply chain esté protegida en cualquier momento.
Un SGA puede automatizar el proceso e incluso admitir funciones avanzadas como la captura de firmas electrónicas. Además, este sistema no solo garantiza el seguimiento de toda la cadena de suministro, también simplifica su gestión.
La gestión de la cadena de suministro internacional es esencialmente una red de cadenas de suministro locales conectadas. Cada pieza se mueve en relación con las leyes y los requisitos locales, así como con las consideraciones internacionales.
El sistema de gestión de almacenes facilita escalar y gestionar este crecimiento, asegurando que las prácticas cumplan con las normas.
En una cadena de suministro compleja, un jugador global puede cumplir con los pedidos de los clientes desde múltiples centros de distribución. Si el proceso está automatizado, se puede ejecutar de manera más fluida y optimizar fácilmente el cumplimiento de pedidos para cada cliente en cada ubicación. Además, muchos SGA pueden integrarse con ERP para un mayor control.
La fusión en tránsito es una técnica de distribución en la que varios envíos de proveedores que se originan en diferentes ubicaciones se consolidan en una entrega final al cliente. Es un sistema complejo que encuentra ubicaciones para fusionar diferentes pedidos.
Cuando se hace correctamente, puede permitir que una empresa ahorre costes al reducir el inventario, aumentar la visibilidad y eliminar los requisitos de transporte redundantes. La práctica está creciendo en el espacio de las telecomunicaciones y, a menudo, es más eficiente cuando se administra automáticamente a través de un SGA.
En términos generales, el incremento en la implantación de estas herramientas facilita, no solo la gestión en el interior de los almacenes, también otros procesos más complejos como la internacionalización de los negocios.
Póngase en contacto con nosotros para estudiar la solución que mejor se adapte a sus objetivos.
Contáctenos